Diagonalización

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Plantilla:Referencias En matemáticas y, en particular, en álgebra lineal, la diagonalización es un proceso que permite simplificar la descripción de ciertos endomorfismos de un espacio vectorial. En particular, identificando el endomorfismo con su matriz asociada en cierta base, se puede hablar de diagonalización de matrices. Consiste en encontrar una base del espacio vectorial formada por vectores propios, si existe alguna. Esto se refleja en obtener una base tal que la matriz asociada al endomorfismo en la misma es una matriz diagonal.

El proceso se reduce, pues, a una reducción máxima del endomorfismo, es decir, a una descomposición del espacio vectorial en suma directa de subespacios vectoriales invariantes por el endomorfismo. Restringido sobre cada uno de ellos, el endomorfismo se reduce a una homotecia. Por tanto, la diagonalización permite una mejor visualización geométrico de la actuación del endomorfismo sobre el espacio vectorial. Además, la diagonalización permite un cálculo rápido y simple de potencias y exponenciales de matrices (entendidas como matrices de un endomorfismo), lo que permite expresar numéricamente ciertos sistemas dinámicos lineales, obtenidos por iteración o por ecuaciones diferenciales.

Introducción y deducción del método

Supongamos que tenemos un endomorfismo f:33 del espacio vectorial 3 que en base canónica tiene por matriz asociada la matriz A=(211041032).

Supongamos que queremos estudiar, por ejemplo, el endomorfismo f10, que tiene por matriz asociada A10. Esta matriz es difícil de calcular. Sin embargo, si encontráramos otra base tal que la matriz de f en esa base fuera una matriz diagonal D=(d1000d2000d3), con P la matriz de cambio de base de a la base canónica, es decir, A=PDP1, tendríamos que A10=(PDP1)(PDP1)10 veces(PDP1)(PDP1)=PD(P1P)D(P1P)(P1P)DP1=PD10P1=P(d110000d210000d310)P1.

Así, el problema se vería reducido a calcular potencias de números reales, algo mucho más sencillo.

Veamos ahora cómo podemos construir la base ={u1,u2,u3} para que la matriz de f en esa base sea diagonal. Por construcción de la matriz de una aplicación lineal en una cierta base, que la matriz de f en base sea D significa que {f(u1)=d1u1f(u2)=d2u2f(u3)=d3u3. Tomemos por ejemplo la primera condición y denotemos la base canónica: f(u1)=d1u1A(u1)=d1(u1)(Ad1I)(u1)=0. Como u1 forma parte de una base, no puede ser nulo, de forma que esto quiere decir que el sistema homogéneo (Ad1I)x=0 tiene soluciones no triviales (distintas de 0). Por el teorema de Rouché–Frobenius, esto quiere decir que rg(Ad1I)<3det(Ad1I)=0. Si consideramos el polinomio Qf(t)=det(AtI) esto quiere decir que d1 tiene que ser raíz de Qf. Simétricamente para u2 y u3, obtenemos que d2,d3 también son raíces de Qf. Es decir, {di} es el conjunto de raíces del polinomio Qf, al que llamaremos polinomio característico de f. Por tanto, si no hay ninguna raíz en el cuerpo donde estamos trabajando, podemos afirmar que el endomorfismo no diagonaliza.

Por tanto, el primer paso es encontrar las raíces de Qf a las que llamaremos valores propios (o VAPS) de f. Una vez encontradas, encontramos los vectores ui como soluciones no triviales de los sistemas (AdiI)x=0 que sabemos que existen porque hemos impuesto que el rango de la matriz AdiI baje para los di encontrados. A los vectores ui los llamaremos vectores propios (o VEPS) de f. Una vez encontrados, hay que comprobar que formen entre ellos una base. Si la forman, ya tenemos la base que buscábamos. Si no, diremos que f era un endomorfismo no diagonalizable. Este método es válido en general para cualquier dimensión. Es decir, para diagonalizar una matriz los pasos a seguir son:

(1) Encontrar los valores propios: las raíces de Qf(t)=det(AtI). Si no tiene, f no diagonaliza.

(2) Encontrar los vectores propios: para cada valor propio di, las soluciones de (AdiI)x=0. Tomar, de entre los vectores propios de cada valor propio, tantos linealmente independientes como sea posible.

(3) Comprobar que el conjunto de vectores obtenidos es, efectivamente una base. Si lo es, ya estamos. Si no, f no es diagonalizable.

En el ejemplo anterior haríamos lo siguiente:

(1)Qf(t)=det(AtI)=|2t1104t1032t|=(2t)|4t132t|=

=(2t)((4t)(2t)3)=(2t)(56t+t2)=(2t)(5t)(1t). Por lo que los valores propios son 1,2 y 5.

(2)Encontramos los vectores propios:

t=1: AI=(111031031)(111031000)ker(AI)=span(2,1,3)u1=(2,1,3)

t=2: A2I=(011021030)(010001000)ker(A2I)=span(1,0,0)u2=(1,0,0)

t=5: A5I=(311011033)(302011000)ker(A5I)=span(2,3,3)u3=(2,3,3)

(3) Nuestro candidato a base es ={(2,1,3),(1,0,0),(2,3,3)}, que efectivamente, es una base. Por tanto,

A=(212103303)(100020005)(212103303)1, y podemos calcular Ak=(212103303)(1k0002k0005k)(212103303)1.

Sin embargo, no todos los endomorfismos son diagonalizables, pero podemos caracterizar aquellos que sí que lo son.

Caracterización de endomorfismos diagonalizables

Definimos la multiplicidad algebraica y geométrica de un valor propio λ. La multiplicidad algebraica ma(λ) es su multiplicidad como raíz del polinomio característico. La multiplicidad geométrica mg(λ) de λ es la dimensión del espacio de vectores propios de valor propio λ (que denotaremos Eλ). Así, mg(λ)=dim(Eλ).

Antes de la caracterización, hace falta demostrar dos lemas: Plantilla:DemostraciónPlantilla:Demostración Veamos ahora el teorema que caracteriza a los endomorfismos diagonalizables y nos permitirá asegurar que no podemos diagonalizar f antes de acabar el algoritmo presentado en el primer apartado del artículo. Plantilla:Demostración

Por tanto, en el algoritmo anterior podemos afirmar que f no es diagonalizable sin acabar en dos casos: si el polinomio característico no descompone o si al calcular los subespacios de vectores propios, encontramos alguno cuya dimensión no coincida con la multiplicidad algebraica del VAP correspondiente.

Además, si no hemos parado en ninguno de los dos casos anteriores, el teorema afirma que f es diagonalizable directamente, es decir, no hace falta el tercer paso, donde comprobábamos que el conjunto de VEPs obtenidos eran efectivamente una base. Así, podríamos actualizar el algoritmo como sigue:

(1) Encontrar los valores propios: las raíces de Qf(t)=det(AtI). Si no descompone completamente, f no diagonaliza. Fin.

(2) Encontrar los vectores propios: para cada valor propio di, ker(AdiI). Si la dimensión de este núcleo no es igual a la multiplidad del VAP correspondiente como raíz del polinomio característico, f no diagonaliza. Fin.

(3) Llegado a este punto, f diagonaliza, y la unión de las bases de los espacios de VEPs es la base que buscamos para diagonalizar f.

Referencias

Bibliografía

Plantilla:En Richard S. Varga, Matrix Iterative Analysis, Springer, 2010

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